sábado, 24 de agosto de 2013

Acerca de las posibilidades en la didáctica


Hace poco me sumergí un tanto en el estudio de esta materia. Quisiera volcar algunas apreciaciones ahora, que están frescas, a flor de piel en la memoria. Para que todo aquél interesado tenga una excusa para entablar conversación.

Antes que me olvide quisiera decir, primero, que es preferible hablar de “transposición didáctica” antes que de didáctica a secas (así como de didactas antes que de “docentes”), ya que en todo sistema educativo existen, se dan infinitos entrecruzamientos, yuxtaposiciones, amalgamas de modos de producir  efectos pedagógicos buscados y más, más que efectos, verdades.
Aclarado esto, prosigo:

Alumnos como Textos

Muchos especialistas recomiendan concebir a los alumnos como textos que pueden ser leídos, historizados…Dicen, plasman, objetan saberes, y ello nos dan la pauta de interacción en cada caso.(Otros los ven como “signos indescifrados” en donde intentar leerles es en vano).
Si se tiene en cuenta esto, la didáctica será entonces más que preparación y ejercicio de dar clase: será lo que articule la institución educativa al momento social; la estructura social a la etapa cognitiva en los sujetos como signos…
Como disciplina que engloba los problemas del proceso de enseñanza, articula, confecciona un “rompecabezas” de lo cultural-nacional en corpus teórico-prácticos que luego son reproducidos/reinterpretados en cada acción pedagógica específica, indeterminada, potencial.


No confundir la toma de postura en la didáctica con el posicionamiento político en la enseñanza

 La toma de postura se explica por la situación histórica en la que ejercemos, por el presente de la época, ya que todo acto formativo no se satisface sin una intencionalidad que siempre está en nosotros –a veces algo más manifiesta, a veces algo más oculta- en cuanto cierta direccionalidad intencionada del proceso histórico que nos atraviesa, del cual estamos inmersos, y por qué no presos (se hace añicos la tríada conocimiento-maestro-alumno en  la libertad del todo de los tiempos); el posicionamiento político en la enseñanza se hace patente en lo ideológico en tanto recorte epistemológico, en tanto toma de decisiones cual entendimiento instrumental del lugar que pretende ocupar cada uno en la escala de valores según las propias aspiraciones personales: no como divulgación aberrante de una ideología…

Enseñar a Aprender requiere de una complejidad enorme de elementos

Elementos irreductibles a actores aislados (véase “¿Qué nos sugiere “el desaprender”?, de este mismo autor); construcción/reconstrucción metodológica  a partir de disposiciones y/o negaciones en la práctica educativa; aplicación de políticas educativas concretas…
Como la enseñanza no es una actividad mecánica, las rupturas intergeneracionales no se restablecen fácilmente (menos aún con conceptualizaciones abstractas del sujeto, que niegan la construcción de saberes y la producción de conocimientos). Como el aprendizaje es una decisión y un esfuerzo personal, lo que es objeto de transmisión entre las generaciones, lo digno de continuidad es lo que pretendemos “toque”  las voluntades  a pesar de las rupturas y discontinuidades…
La enseñanza es una práctica humana porque va encaminada a forjar la humanidad en los alumnos, freireanos educandos: inculca el sentido de justicia, el fastidio contra lo que le hace mal y pervierte al hombre… Es social, ya que uno aprende de otro (más aún en sociedades como la nuestra, compuesta de múltiples tradiciones culturales).

La variedad es el componente esencial del aula

Sólo por pereza intelectual (o factores de poder) pretendemos homogeneizar (la diferencia es entre los distintos pueblos, la variedad es hacia adentro). Muy pocas veces logramos  que lo variado se torne  diverso, ya que el inconsciente nos traiciona –debemos saber más de psicología del aprendizaje, su relación con lo que denominan “currículum oculto”- y en “lo patrio” acabamos erigiendo un monstruo –cual “Frankestein educador”.
J. Hassoun: “(…) ¿Esto quiere decir que la transmisión recibida y ofrecida como herencia supone una tendencia a ‘fabricar’ loros, o clones?; probablemente no, no sea intrínseca a la transmisión … Lo que me resulta apasionante en la aventura propia de la transmisión es precisamente que somos diferentes de quienes nos precedieron , y que nuestros descendientes probablemente seguirán un camino sensiblemente diferente del nuestro… Y sin embargo en esta serie de diferencias inscribimos aquello que transmitimos”.
La situación de enseñanza funda la pertenencia: hace posible el retomar proyectos que ya vislumbraron otros (iniciaron, descubrieron, intentaron, comenzaron, etc) para darle un mayor y profundo sentido a la experiencia humana. Se aparta radicalmente, es lo contrario del silencio (silenciamiento), el que genera desgarros emotivos que frustran, reprimen la felicidad, boicotean el propio éxito…
La situación de enseñanza retransmite lo repensado por las sucesivas generaciones, por lo que hace eficaz la voluntad de búsqueda (el “comenzar a vivir”, de Charlotte Salomón); hace del nombre propio un nombre histórico , como finalidad que a su vez es punto de partida de n uevas tradiciones como de “viejas” innovaciones: en sentido mucho más estético de la existencia, la fundación de un espacio de libertad tan necesario para poder hacerse “obra de sí mismo”, en fin…

Formación, no “convergencia”

“La enseñanza es una de las formas en que transmitimos la estructuración ordenada de lo que fue concebido aleatoriamente”.
La complejidad de la enseñanza aspira a la formación, no a la convergencia de los intereses propios del niño con un indifrenciado potencial; ni a la fabricación de prototipos útiles para la industria (concepción capitalista de la educación). Si bien el ser humano al momento de nacer es infinitamente pobre, no por ello debe ser víctima de prejuicios sociales que lo reduzcan (o no le permitan enriquecerse, espiritualizarse).
El vínculo pedagógico es lo esencial , así como la creatividad superando en importancia al orden (siempre hay que tener en cuenta la resistencia al acto educativo). El que se limita a repetir cae en la inercia y una probable manipulación: no vive, sólo funciona orgánicamente (¿qué puede hacerse, qué puede lograrse con “un muerto” –en vida-). Punto débil, caldo de cultivo para repetir las fatídicas experiencias de campos de concentración de masas, de patógenos campos de refugiados contemporáneos: poner la vida entera al servicio de otro.


Sobre la curiosidad

La pregunta, el poder comenzar a hacerse –y luego formularse-preguntas es el instrumento fundacional de toda pedagogía de la liberación: sólo ella abre a dimensiones del ser… (la ética de nuestra profesión exige siempre partir del supuesto de la opresión como factor condicionante del desarrollo de las estructuras cognitivas.
Sin ejercicio sistemático por las preguntas pertinentes (en cuanto materia de estudios) no se decanta la impulsividad en cuanto capacidad de obranza -tan propia de los Hacedores…
La curiosidad dá satisfacción al instinto de autoconocimiento. Luego, al saber lo que puedo saber, le sigue el saber lo que debo saber, lo que en modo alguno puedo desconocer.
Pocos somos contrabandistas de la memoria  debido a que la mayoría, los padres, los grupos y subgrupos parentales, sólo toman como opción a transmitir fragmentos del pasado -que paradójicamente a ellos también les han sido depositados-; por lo tanto: en la lucha conciente contra los innumerables factores de opresión se inscribe la práctica educativa.


E. G. ergaliu@hotmail.com



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