(uno de los tantos prólogos posibles)
¿Por qué comenzar por Justino para un prólogo no escrito a “La Desaparición de Los Dioses”? Porque San Justino (mediados S. 2 D.C) es el primero que tergiversa y modifica sustancialmente el término “hereje”, haciéndole ser lo que actualmente es (y lo que fue a partir de entonces): algo muy pero muy peyorativo, discriminante, que nada tiene que ver con lo fundamental de donde proviene en rigor el término: la palabra griega “haíresis” designa una “elección”, nada más y nada menos; en el judaísmo “heburah” era, también, elección, sólo que bien orientada,por la tradición proféfita, a la práctica de una vida espiritual más profunda, más mística. Lamentablemente nosotros en castellano ya no podemos pensar “la herejía” como un discipulazgo, como un seguimiento filosófico a Escuelas y Maestros: esto es gracias a Justino, asumámoslo.
Pero eso no es todo. Este primero de los padres apologistas griegos, que murió en Roma alrededor del año 165, fue invitado, precisamente a esa “capital del mundo” por el obispado de Pío (142-157), bajo el gobierno del emperador Elio Adriano, para “esclarecer” las ideas de los cristianos conducidos por el obispo Higinio, antecesor de Pío: puede verse en esto, además, el origen de la servidumbre intelectual a favor del Imperio, ya que, en todo caso, los edictos imperiales no van a ser más que “interpretaciones” políticas de una “verdad” religiosa: que el gobierno diga “dementes y delirantes”, según entiendo supone que quienes lo asesoran intelectualmente lo dejen entrever de alguna manera; es decir 200 años antes del edicto de Tesalónica seguramente Justino ya consideraba como tales a Cerdón, Marción, y el célebre gnóstico Valentín, sus “rivales” por el que le pagaban para que lo sean. Esto es algo muy personal que, sin embargo, afirmo.
Y es más: hasta Hegesipo, el último familiar consanguíneo de Jesús al frente de la Comunidad (antecedido por Simeón Bar Cleophas, primo de Jesús, antecedido a su vez por Santiago, el “hermano del Señor”) los cristianos jacobistas o judeocristianos eran los más cercanos a la comunidad de los gnósticos, que nacen como tales precisamente por ser expulsados del ceno de aquélla (hacia el 80 -90), no por separar a Dios Padre del demiurgo o creador del mundo, sino por entender que existen enseñanzas ancestrales (los misterios inefables de la Regeneración-en-Dios) muy anteriores a Platón o Pitágoras: lo que demuestra que la filosofía es el camino de unidad, y no las rivalidades que responden a diferentes versiones de lo mismo.
Luego Justino consagra como única corriente autorizada a los “Doce” o protocatólicos conducidos por Pedro, que ya desde el vamos debió sufrir el suicidio en la comunidad (el de Judas Iscariote, oscuros motivantes) y la muerte (de Santiago hijo de Zebedeo).
Entre sus obras literarias, la más destacada, sus dos “Apología”, anteriores a “Diálogo con Trifón”, van dirigidas a los emperadores Antonio Pío (138-161) y a su sucesor Antonio Vero (161-169). Esto lo dice todo.
E. G.
erwingalliussi.blogspot.com
lunes, 19 de octubre de 2009
lunes, 12 de octubre de 2009
viernes, 2 de octubre de 2009
Presentación del libro: La desaparición de los dioses
10 de octubre - Casa de la Cultura - Hora: 20
El libro La desaparición de los dioses. Consecuencias de la alianza del Imperio romano con el Cristianismo triunfante, del filósofo Sergio Bergallo, hace referencia al momento histórico en que el cristianismo cristiano católico fue declarado como religión única y obligatoria para todos los pueblos del Imperio romano, el 28 de febrero del año 380, considerando "dementes y delirantes" a todos aquellos que no ajustaran a dicho culto.
El libro La desaparición de los dioses. Consecuencias de la alianza del Imperio romano con el Cristianismo triunfante, del filósofo Sergio Bergallo, hace referencia al momento histórico en que el cristianismo cristiano católico fue declarado como religión única y obligatoria para todos los pueblos del Imperio romano, el 28 de febrero del año 380, considerando "dementes y delirantes" a todos aquellos que no ajustaran a dicho culto.
A partir de allí se sucedieron los decretos imperiales que fueron dando cuenta de los paganos, judíos, samaritanos, magos, ateos y cristianos no católicos (los llamados "herejes") e incluso los católicos que se opusieron al régimen instaurado. El castigo consistía, según los casos, en la pena de muerte, el destierro, la confiscación de bienes, el encarcelamiento y la tortura.
Detrás de cada decreto, firmados por los emperadores, se hallaba la influencia de un santo, obispo o doctor de la Iglesia en el poder, que a su vez se inspiraban para ellos en los textos de la Biblia misma. El libro cita todas las fuentes al respecto.
Es necesario aclarar que no sólo se impuso un culto religioso sino una forma de pensar, sentir y actuar, que abarcaba todas las instancias de la vida pública y privada. De allí que la Sección Segunda del libro se ocupe de la represión del cuerpo y de la sexualidad, la degradación de la mujer, la condena de los espectáculos públicos y la legitimación del orden social injusto (con los clérigos como los nuevos integrantes de la clase privilegiada), incluida la bendición de la esclavitud.
El mismo esquema dogmático y represivo que se aplicó por vez primera con semejante fuerza y alcance entre los siglos IV y VII d.C., se repetirá luego en varios momentos de nuestra historia, como las Cruzadas, la Santa Inquisición, el sometimiento de los pueblos autóctonos por Europa y luego por los gobiernos nacionales en los diversos continentes, el nazismo y la represión de nuestros gobiernos militares, especialmente el último.
El libro también estudia los diversos judaísmos y cristianismos, de tal modo que se demuestra cómo una sola de esas vertientes se transformará en la dominante superando, desgraciadamente, a las líneas más abiertas y tolerantes. Se dedica así una sección al Jesús histórico, los evangelios apócrifos y las comunidades cristianas no oficiales, cuyo mensaje quedaría sepultado por el culto único y excluyente, como también se lleva a cabo un recorrido de la Biblia donde se ponen en evidencia aquellos libros donde se termina justificando todo esto, y aquellos que ofrecían un camino diferente.
Toda la historia de los pueblos de Occidente y cercano Oriente quedará marcada por aquel decreto y sus consecuencias, hasta nuestros días.
sábado, 19 de septiembre de 2009
miércoles, 16 de septiembre de 2009
La ocupación industrial del campo
En la Globalización Económica Capitalista, es decir, en la IV Guerra Mundial, el "enemigo" es el planeta mismo, no sólo sus habitantes mayoritarios, también todo lo que contiene: la naturaleza (…)
Los Pueblos originarios a nivel mundial (con más de 300 millones de almas) están asentados en zonas que poseen el 60% de los recursos naturales del planeta. La reconquista de esos territorios es uno de los objetivos principales de la guerra capitalista (…)
“La guerra de conquista”, subcomandante insurgente Marcos, 2007.
En el 5º encuentro del Seminario de Filosofía e Historia, organizado por el Cehaj, Galliussi y Blanco expusieron ideas sobre la forma en que la Revolución Industrial contaminó escandalosamente las urbes, generando cierto acostumbramiento en los burgueses (Burgos) que creían pagar así el costo de la modernidad.
El Aire (ej. smog), la Tierra (ej. basurales a cielo abierto) y el Agua (ej, Riachuelo) dejarían de ser en el inconciente colectivo aquellos elementos primordiales de los que hablaban los filósofos griegos para pasar a ser, simplemente, recursos habitualmente contaminados.
Ya a mediados del siglo XX llegó a nuestros oídos la denominada Revolución Verde (o genética) que vendría a mitigar el hambre en el mundo, principalmente en el Continente Negro -así llaman a África las potencias mundiales.
Hace menos de una década (con el denominado modelo neoliberal) ingresa al Mercosur el fenómeno transgénico, es decir, semillas modificadas genéticamente que son reproducidas por medio de sistemas equivalentes al tipo industrial y utilizando esencialmente máquinas (topadoras, sembradoras, cosechadoras, tractores, cuatriciclos, camionetas 4x4 y sistemas GPS, en fin, tecnologías mecánicas y de avanzada: informáticas y satelitales).
Sorprendió aquí, hablamos de la zona del monte espinal que abraza a la llanura pampeana, sorprende, digo, la rapidez con que se realizó la conquista de ese lugar saludable, casi libre de pecados que era el campo; algo parecido a la mediática “Familia Ingalls” o los bonachones de “Bonanza”; el campo resultó transformado en un territorio colonizado ya por multinacionales que producen vegetales para alimentar chanchos que comerán los millones de chinos comunistas o para llenar tanques de combustibles de autos “ecológicos” europeos. Monsanto, Syngenta, Cargill y Los Grobo, por nombrar algunos, están más preocupados por fundar la República Unida de la Soja que por palear el hambre de los nativos del Mercosur.
Lo mismo pasó en África hace varios años atrás.
Ahí están los Estados nacionales y los Bloques regionales usurpados por facciones empresarias que delinean estrategias a nivel global: los muchachitos piensan en grande.
El desembarco de Los Transgénicos en nuestro país fue un trámite fácil impulsado desde la Secretaría de Agricultura de la Nación liderada por un dirigente peronista abatido por el poder (F. Solá). Cabe destacar que el expediente impulsado por la corporación Monsanto en dicha Secretaría estaba en su 80 % escrito en inglés.
El resultado de la implantación del nuevo sistema productivo rural está a la vista: desempleo y éxodo rural hacia el conurbano más cercano.
Antes, o paralelamente, hay un ensañamiento descontrolado contra la naturaleza: desmontes, fumigaciones, reducción de tierras para pasturas de ganado vacuno e instalación de modernos feedlot –caben los ejemplos de la comunidad de Saladillo, en la zona pampeana, y la de La Paz , en Entre Ríos, que fueron golpeadas fuertemente por la contaminación del engorde de vacas a corral. Recomiendo la lectura del libro –o el documental- “El mundo según Monsanto” de la investigadora francesa Marie-Monique Robin.
Siendo invitado a un encuentro sobre “Efectos de las fumigaciones” en Rosario del Tala (2008) organizado por el Grupo de Reflexión Rural (GRR), pude vislumbrar claramente el desastre ecológico que se ha desplazado de la urbe a la zona rural.
Allí, también se reflexionó sobre el fuerte conflicto Campo – Gobierno nacional, centrado en el cobro de derechos de exportación a los granos y carnes (retenciones) y desconociendo (desinformando) el transfondo criminal contra la naturaleza y la cultura que este nuevo sistema de producción esconde. El militante social Jorge Rulli lo explica muy bien en su libro “Pueblos fumigados” (2009).
En un video intitulado “Viaje a la tierra de los Sin Tierra” (2004) pude ver como el Movimiento de trabajadores Sin Tierra (MST) plantea “la vuelta al campo” de los pobres de la ciudad (villas, favelas) reconstruyendo así un nuevo ciclo en busca de sus ancestros desplazados.
El MST procura organización, trabajo, educación, salud, vivienda, propiedad individual y colectiva; y formación política a aquellos valientes que dejan las miserias de la marginalidad y se atreven voluntariamente a reconquistar su tierra nativa.
Creación de nuevas comunidades (asentamientos), descompresión de las urbes, ocupación efectiva del territorio rural nacional, utilización de energías alternativas, presentación de nuevas lógicas de vida, entre otras propuestas, serían posibles salidas que el mismo Estado nacional (o el Bloque regional) impulse para que seamos nosotros los que forjemos nuestro Destino sino queremos que las corporaciones sean nuevamente las que terminen planificando, además de las ciudades, nuestro campo.
M. Faure
martes, 15 de septiembre de 2009
lunes, 14 de septiembre de 2009
La des-adaptación retrocedente
A raíz de dos vertientes que llegaron alternativamente hasta mi en el mismo proceso de tiempo, decidí producir el ensayo que trabajé en este precioso quinto encuentro, titulado "Sobre la Insólita e Inconsciente afirmación": me refiero al contacto con Darío (D. Blanco), y a parte de lo acaecido en el nuevo taller literario de la Cofradía del MAR (Movimiento Artístico Revolucionario) que resultó ser el desencadenante más pasional, ya que yo reaccioné con el ensayo por la estupidez de las posturas de algunos talleristas vertidas allí.
Pautada su presencia para esta ocasión, tal como me pasó con Guido, a Darío le pedí que, fundamentalmente hable desde él, desde su experiencia profesional anclada a una necesidad supra-profesional de encontrar un sentido superior en el desenvolvimiento de las pautas laborales: hablo de una consciencia extraordinaria del lugar que se ocupa directamente relacionada a los muchos lugares posibles que se frustran para muchos. Bien: su experiencia relativa a la política del reciclado (él es un joven Lic. en Ciencias Políticas) fué ganándose un resquicio en mi consciencia, siempre inexperta, y ligada a la evasión de este mundo cargado de bajón, de desánimo y maledicencia.
Mantuvimos una sola reunión conversada; allí nos conocimos, nos vimos las caras por primera vez, pero eso bastó para reconocernos como parte de la misma lucha, sorprendido yo, que siempre me tuve por volado, sin contacto real con la vida que, siento siempre pasa por encima de mi, burlándose de mis calificativos para con su falta de evolución.
Y recuerdo que al día siguiente, al asistir al Taller, escuché decir, escuché justificar, escuché afirmar ésta insólita opinión: la gente se adapta a la basura.
Sólo sé que mi pulso, un tanto tembloroso, comenzó a apuntar ideas sin hilación defendiéndose de tal ofensa. Y así nació, en el transcurso de los días y las tardes y las noches siguientes, el hijo primogénito que llegó al mundo para exorcizar las fallas conceptuales y hacerle justicia a los Grandes Pensadores que se preocuparon de hablar bien, o callar para siempre.
Primero había titulado "Sobre la Insólita e Inconsciente afirmación que dice que gran parte de la humanidad en rigor se adaptó a la convivencia con lo residual-contaminante". Luego, al darme tanta pero tanta bronca tal hacerme la idea de ello, decidí que lo mejor era titular como quedó, debido a que era tan evidente que en ese contexto tóxico la noción genuina, y divina de Adaptación no cuaja, no dice ni reconoce nada, repito, allí. Por lo que sólo se hace patente Lo insólito inconsciente.
Yo no voy a hacer un desarrollo, ya que la exponencia y la complementareidad con mi invitado están aquí mismas, en estas columnas de audio del Centro de Estudios Históricos Arturo Jauretche, aptas para ser reproducidas en su "aula virtual", y hasta más susceptible de ser pensadas que en un verdadero aula, allí en la Casa de la Cultura paceña, debido a que los internautas disponen de la posibilidad del infinito, mientras que los que ponen el cuerpo siempre disponen de nuestras energías discursivas propias del flujo intransferible que acontece de persona a persona, y como unidad de los presentes, en mágico encantamiento irrepetible.
Así que, permítaseme hacer públicas algunas preguntas muy pertinentes que por escrito me formularon para ser tratadas en el interior de mi morada. Y ésta es una en particular, es una que no alcanzó a ser tratada durante el tiempo de asistencia, y que, enhorabuena, voy a compartir con los que están leyendo estas impresiones generales que siempre realizo luego de haber hecho lo que sé hacer: renegar de los filósofos e historiadores que no se liberan, que se atan a paradigmas hermenéuticos. A mi no me gusta eso, por lo que no puedo dejar de disgustarme cuando las fuerzas que deberían ingresar en el ejercicio filosófico se quedan fuera, cuál Sócrates desconocido para los suyos, ya que éste siempre se atrevía a entrar, y sólo jugaba al difícil cuando la servidumbre y hasta los ilustres iban a exortarlo entrar de una vez.
Una de mis seminaristas, entonces, me solicita que aclare aquello de la "des-adaptación", y añade, en un interesante vínculo, si ésta se produce en el inconsciente astral o universal. Pues bien, voy a extraer textual del ensayo dicha hipótesis, debido a que me gusta que los textos hablen por sí mismos: "¿Pero qué grado de degradación y bajeza intelectual debe tener un ser humano como para llevar al inconsciente astral -y agrego, a su participación involuntaria en el ciclo de la naturaleza- la naturalización de lo irregenerable. Eso es lo grave, lo más preocupante. Tomar como "natural" al detenimiento del ciclo regenerativo, equivale, es un proceso de des-adaptación retrocedente, porque la buena y rica experiencia humana, histórica sobre la faz de la tierra, obtuvo su mejor despliegue en torno a la sabiduría y a lo que milenios después pudo, por ello mismo, racionalizar como "esencia", fondo "último en donde reside la verdad más pura, lo des-afectadamente más verdadero y continuo sin alteración, al modo de ciclo (es más, su razón misma -no sólo la instrumental-, sus valores de verdad debieron incorporar la lógica del orden retornal para no agotarse -tempranamente- y no caer en la insignificancia suicida..."
Bueno, dejo abierto el debate universal. Respecto a mi seminarista, me ocuparé detenidamente de sus interrogantes: se lo merece, por haber extraído un nudo de cuestión.
E. G. 12 de septiembre de 2009.
Pautada su presencia para esta ocasión, tal como me pasó con Guido, a Darío le pedí que, fundamentalmente hable desde él, desde su experiencia profesional anclada a una necesidad supra-profesional de encontrar un sentido superior en el desenvolvimiento de las pautas laborales: hablo de una consciencia extraordinaria del lugar que se ocupa directamente relacionada a los muchos lugares posibles que se frustran para muchos. Bien: su experiencia relativa a la política del reciclado (él es un joven Lic. en Ciencias Políticas) fué ganándose un resquicio en mi consciencia, siempre inexperta, y ligada a la evasión de este mundo cargado de bajón, de desánimo y maledicencia.
Mantuvimos una sola reunión conversada; allí nos conocimos, nos vimos las caras por primera vez, pero eso bastó para reconocernos como parte de la misma lucha, sorprendido yo, que siempre me tuve por volado, sin contacto real con la vida que, siento siempre pasa por encima de mi, burlándose de mis calificativos para con su falta de evolución.
Y recuerdo que al día siguiente, al asistir al Taller, escuché decir, escuché justificar, escuché afirmar ésta insólita opinión: la gente se adapta a la basura.
Sólo sé que mi pulso, un tanto tembloroso, comenzó a apuntar ideas sin hilación defendiéndose de tal ofensa. Y así nació, en el transcurso de los días y las tardes y las noches siguientes, el hijo primogénito que llegó al mundo para exorcizar las fallas conceptuales y hacerle justicia a los Grandes Pensadores que se preocuparon de hablar bien, o callar para siempre.
Primero había titulado "Sobre la Insólita e Inconsciente afirmación que dice que gran parte de la humanidad en rigor se adaptó a la convivencia con lo residual-contaminante". Luego, al darme tanta pero tanta bronca tal hacerme la idea de ello, decidí que lo mejor era titular como quedó, debido a que era tan evidente que en ese contexto tóxico la noción genuina, y divina de Adaptación no cuaja, no dice ni reconoce nada, repito, allí. Por lo que sólo se hace patente Lo insólito inconsciente.
Yo no voy a hacer un desarrollo, ya que la exponencia y la complementareidad con mi invitado están aquí mismas, en estas columnas de audio del Centro de Estudios Históricos Arturo Jauretche, aptas para ser reproducidas en su "aula virtual", y hasta más susceptible de ser pensadas que en un verdadero aula, allí en la Casa de la Cultura paceña, debido a que los internautas disponen de la posibilidad del infinito, mientras que los que ponen el cuerpo siempre disponen de nuestras energías discursivas propias del flujo intransferible que acontece de persona a persona, y como unidad de los presentes, en mágico encantamiento irrepetible.
Así que, permítaseme hacer públicas algunas preguntas muy pertinentes que por escrito me formularon para ser tratadas en el interior de mi morada. Y ésta es una en particular, es una que no alcanzó a ser tratada durante el tiempo de asistencia, y que, enhorabuena, voy a compartir con los que están leyendo estas impresiones generales que siempre realizo luego de haber hecho lo que sé hacer: renegar de los filósofos e historiadores que no se liberan, que se atan a paradigmas hermenéuticos. A mi no me gusta eso, por lo que no puedo dejar de disgustarme cuando las fuerzas que deberían ingresar en el ejercicio filosófico se quedan fuera, cuál Sócrates desconocido para los suyos, ya que éste siempre se atrevía a entrar, y sólo jugaba al difícil cuando la servidumbre y hasta los ilustres iban a exortarlo entrar de una vez.
Una de mis seminaristas, entonces, me solicita que aclare aquello de la "des-adaptación", y añade, en un interesante vínculo, si ésta se produce en el inconsciente astral o universal. Pues bien, voy a extraer textual del ensayo dicha hipótesis, debido a que me gusta que los textos hablen por sí mismos: "¿Pero qué grado de degradación y bajeza intelectual debe tener un ser humano como para llevar al inconsciente astral -y agrego, a su participación involuntaria en el ciclo de la naturaleza- la naturalización de lo irregenerable. Eso es lo grave, lo más preocupante. Tomar como "natural" al detenimiento del ciclo regenerativo, equivale, es un proceso de des-adaptación retrocedente, porque la buena y rica experiencia humana, histórica sobre la faz de la tierra, obtuvo su mejor despliegue en torno a la sabiduría y a lo que milenios después pudo, por ello mismo, racionalizar como "esencia", fondo "último en donde reside la verdad más pura, lo des-afectadamente más verdadero y continuo sin alteración, al modo de ciclo (es más, su razón misma -no sólo la instrumental-, sus valores de verdad debieron incorporar la lógica del orden retornal para no agotarse -tempranamente- y no caer en la insignificancia suicida..."
Bueno, dejo abierto el debate universal. Respecto a mi seminarista, me ocuparé detenidamente de sus interrogantes: se lo merece, por haber extraído un nudo de cuestión.
E. G. 12 de septiembre de 2009.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Galliussi y Blanco, “Una respuesta conjunta a un problema único”
Acerca de la problemática de la generación de espacios de autonomía individual y colectiva, como así también, de la autogestión de los sectores sojuzgados y más vulnerables de este sistema quisiéramos expresar ciertos puntos de discrepancias al respecto:
Galliussi: Que la robótica intervenga en el sector económico, en el residual, es más bien, hoy por hoy, un ideal, una utopía, y una necesidad, no nos olvidemos de ésto. Ahora bien, esta problemática en ninguna medida nos evade al derecho capital de la sustracción de una fuente de ingresos de los sectores vulnerables que, en la actualidad, hacen lo que deberían hacer las máquinas. Es decir, ante el avance de lo correcto (del apartar, del contacto humano a lo toxico) aparece la necesidad de transferir esta actividad económica a otro sector. Sabemos que, sin embargo, para muchos, el avance tecnológico supone la posibilidad de un mundo sin gente, de un mundo más concentrado y más déspota que el actual. Esto hay que tenerlo en cuenta, porque cuando filosofamos, nos ubicamos en las antípodas de un pensamiento semejante: lo hacemos por el ser del hombre. Que ésto quede claro.
Darío: Si bien expresamos la negativa de una adecuación del hombre a convivir y trabajar de la basura, no podemos ignorar que ciertos sectores vulnerables han encontrado como “estrategia de supervivencia” la revalorización del desecho, como “insumo” que alimenta el sistema. Sin embargo, esta alienación del reciclador informal, a laborar un material riesgoso a su salud para convertirlo en nuevo producto de consumo en el “circulo industrial”, no hace más que afirmar que no ha logrado alcanzar condiciones de posibilidad para la autogestión, sino que meramente su labor se reduce a una fuente de ingresos que cubre el ciclo de su reproducción vital, quitando todo carácter de “trabajo” que lo inscriba al mundo y vaciando su vinculación con otros a no más que un interés de cambio. No político.
Galliussi: Habrá que ir transfiriendo entonces el dominio del ideal tecnológico al sector socio-económico más bajo, para que las clases populares asciendan por su parte al dominio sociológico propio de las esferas medias y altas. Esta “transferencia antropológica”, que no se deja sustituir por las máquinas, sino que las hace parte de su complementariedad funcional al genero de vida en la salud, es lo que hay que empezar a hacer prontamente y sin demora dentro del marco que trasciende la política ambiental, la política tecnológica y cualquier otra clase de política acotado a un campo determinado para transformarse en una revolución cultural, diferente a cualquier otra que haya existido en el tiempo histórico.
Darío: No puede, entonces, dejar de pensarse en cómo la ficción liberal no establece un instrumento de gobierno que posibilite condiciones de posibilidad para establecer una autonomía e igualdad entre los individuos, pues mientras permite que en esta sociedad civil el homo economicus sea rey del camino de abundancia, condena a los menos "eficientes" hacia una servidumbre, y aquellos "no adaptados", hacia la muerte.
Galliussi: Que la robótica intervenga en el sector económico, en el residual, es más bien, hoy por hoy, un ideal, una utopía, y una necesidad, no nos olvidemos de ésto. Ahora bien, esta problemática en ninguna medida nos evade al derecho capital de la sustracción de una fuente de ingresos de los sectores vulnerables que, en la actualidad, hacen lo que deberían hacer las máquinas. Es decir, ante el avance de lo correcto (del apartar, del contacto humano a lo toxico) aparece la necesidad de transferir esta actividad económica a otro sector. Sabemos que, sin embargo, para muchos, el avance tecnológico supone la posibilidad de un mundo sin gente, de un mundo más concentrado y más déspota que el actual. Esto hay que tenerlo en cuenta, porque cuando filosofamos, nos ubicamos en las antípodas de un pensamiento semejante: lo hacemos por el ser del hombre. Que ésto quede claro.
Darío: Si bien expresamos la negativa de una adecuación del hombre a convivir y trabajar de la basura, no podemos ignorar que ciertos sectores vulnerables han encontrado como “estrategia de supervivencia” la revalorización del desecho, como “insumo” que alimenta el sistema. Sin embargo, esta alienación del reciclador informal, a laborar un material riesgoso a su salud para convertirlo en nuevo producto de consumo en el “circulo industrial”, no hace más que afirmar que no ha logrado alcanzar condiciones de posibilidad para la autogestión, sino que meramente su labor se reduce a una fuente de ingresos que cubre el ciclo de su reproducción vital, quitando todo carácter de “trabajo” que lo inscriba al mundo y vaciando su vinculación con otros a no más que un interés de cambio. No político.
Galliussi: Habrá que ir transfiriendo entonces el dominio del ideal tecnológico al sector socio-económico más bajo, para que las clases populares asciendan por su parte al dominio sociológico propio de las esferas medias y altas. Esta “transferencia antropológica”, que no se deja sustituir por las máquinas, sino que las hace parte de su complementariedad funcional al genero de vida en la salud, es lo que hay que empezar a hacer prontamente y sin demora dentro del marco que trasciende la política ambiental, la política tecnológica y cualquier otra clase de política acotado a un campo determinado para transformarse en una revolución cultural, diferente a cualquier otra que haya existido en el tiempo histórico.
Darío: No puede, entonces, dejar de pensarse en cómo la ficción liberal no establece un instrumento de gobierno que posibilite condiciones de posibilidad para establecer una autonomía e igualdad entre los individuos, pues mientras permite que en esta sociedad civil el homo economicus sea rey del camino de abundancia, condena a los menos "eficientes" hacia una servidumbre, y aquellos "no adaptados", hacia la muerte.
Panorama General, Ecología y Política
Dada la posibilidad de realizar una charla de reflexión sobre la problemática de la basura o los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y su particular vinculación con la actividad socio-económica y cultural de la comunidades contemporáneas, me pareció interesante trabajar en este seminario en una dimensión socio-politica que permitiera pensar cómo el actual arte liberal de gobernar ha institucionalizado ciertas prácticas de intervención desde el Estado en su vinculación con la sociedad y, particularmente, cómo afecta este modelo de pensamiento gubernamental en la temática de la basura que, tanto como problemática se ha convertido en la misma medida en un gran negocio para ciertos grupos de poder instalados en la sociedad actual.
Por lo tanto, me pareció fundamental el planteo previo de Erwin sobre una verdadera desadaptación del hombre a los ciclos fundamentales de la naturaleza, donde el artificio humano supera con creces las etapas de nacimiento y muerte de vastas generaciones humanas, desafectado del mundo contemporáneo de sus generadores, pero que al constituirse en una problemática, como es la basura, ha abierto un discurso nefasto y difundido sobre una posible adaptación del hombre a un entorno en putrefacción y que permite la continuidad de generación de artificios no biodegradables. Por ello, será necesario remarcar el rechazo a este discurso, que sustentan ciertos teóricos aliados al modelo productivo industrial y pregonar por una vuelta del hombre a la naturaleza, de una adaptación a su naturaleza.
A continuación se planteo cómo el pensamiento neoliberal de estas décadas ha fundamentado una relación entre el Estado racional con la sociedad civil. Una vinculación que permite el ejercicio del poder del gobierno o del Soberano sobre los individuos que constituyen su campo de soberanía, en tanto que sujetos de derecho, pero no así sobre sus relaciones y lazos económicos que mantengan entre sí. Esto augura un espacio que será irreductible al poder, constituido por los lazos de beneficios recíprocos entre los individuos económicos; los homo economicus constituyen la clave de un pensamiento de libremercado en el que las inexpugables leyes economicas-racionales permiten a las tendencias de demanda y oferta determinar la supervivencia de los agentes más aptos, en favor de una eficiencia y eficacia “de conjunto”. De esta manera, el arte liberal de gobernar permite una frugalidad en el ejercicio de poder, pues en aquellos espacios que se constituyen como mercados, la intervención será siempre perjudicial, siempre desviada, por lo que contraproducente al interés egoísta y racional del hombre económico que determinará con mayor exactitud qué es lo que considera ventajoso para él y por lo tanto sería para el conjunto.
Una gubernamentabilidad de este tipo dispondrá que la decisión que se arrogan las esferas burocráticas-administrativas sobre la gestión “sustentable” de los RSU sea cotejada a la libre competencia entre los actores económicos más eficientes del “mercado de la basura”, desentendiéndose de los perjuicios que generaría a aquellos otros sujetos sociales que encuentran en el desperdicio humano una fuente de ingresos: microemprendimientos sociales de reciclado, centros de acopiadores, recicladores informales. Es decir, se les negaría el acceso a su quizás última fuente de ingresos a sectores ampliamente arrasados por el flagelo del desempleo, el hambre y el analfabetismo. ¿Qué ocurriría con estos sectores? ¿Podría ser que, justamente, este arte liberal de gobierno deje morir a estos sujetos sociales colectivos? O, en todo caso, ¿palearía la situación con medidas biopolíticas que se fundamenten en la mera “normalización” de sus contextos, permitiendo la mera reproducción de la vida: subsidios, copas de leche, “tallerización de la pobreza”?
De estas pautas del libre mercado directamente relacionadas a una forma liberal de gobierno, se disparó en mi una segunda alerta ante esta incipiente actividad económica respecto al “mercado de la basura”. Este riesgo se encontraría en la apertura a nuevos nichos de corrupción que se arraigarían en la esfera burocrática-administrativa de la gestión “sustentable” de RSU.
Si bien ha sucedido la apertura democrática en la Argentina y la instauración del Estado de Derecho a partir del año 83, es notorio el mantenimiento de prácticas ajenas al ideario de la forma democrática de gobierno en amplios sectores administrativos, lo cual remarca la quiebra institucional que ha generado la intervención del ejército en el gobierno y su monopolio del poder político y la relación de patronato sobre la sociedad civil. Entonces, el Estado, si bien abierto a la participación y competencia entre partidos políticos desde el ‘83, sólo se ha encontrado expuesto a una “balcanización”. Balcanización en el sentido de fragmentación en “facciones” de intereses ajenas al respeto de los ideales de sujeción a un Estado de Derecho y sí, en cambio, sujetas a vínculos de pertenencia a neo-corporaciones que mantienen un estrecho vínculo entre la esfera burocrática-política y la sociedad civil.
La constitución de círculos corporativos dentro de la esfera burocrática-politica del Estado, determina la posibilidad del ejercicio del interés privado en desmedro del “interés público” siempre legitimado por el grupo de pertenencia que garantiza un “circulo de impunidad”. Este círculo corporativo burocrático-político será el que estará en contacto con la sociedad civil y sus actores económicos, los cuales al constatar la práctica diferente a la legal se movilizarán por su protección ante arbitrariedades que puedan afectar sus negocios. Esta situación puede constituir un caldo de cultivo propicio a la corrupción, donde las empresas que actúan en áreas de monopolio decisorio del Estado pueden llegar echar mano a intercambios económicos con los “políticos de negocios” para resguardar sus segmentos de mercado de interferencia de otras empresas.
Esto, si lo llevamos al nivel de la vinculación entre la esfera burocrática-administrativa que tiene a cargo la decisión monopólica sobre cómo desarrollar una gestión “sustentable” de los RSU en un arte liberal de gobernar, puede implicar la coalición entre sectores económicos monopólicos o carteles de empresas de gestión de residuos con el sector burocrático-político a través de un intercambio de recursos extra-legales apropiados por la corporación burocrática y el servicio de “protección” del mercado apropiado políticamente por las empresas, evitando toda otra injerencia de empresas que compitan en su negocio y las obliguen a reducir precios.
Lic. Darío Blanco Cariaga, 12 de septiembre de 2009.
Por lo tanto, me pareció fundamental el planteo previo de Erwin sobre una verdadera desadaptación del hombre a los ciclos fundamentales de la naturaleza, donde el artificio humano supera con creces las etapas de nacimiento y muerte de vastas generaciones humanas, desafectado del mundo contemporáneo de sus generadores, pero que al constituirse en una problemática, como es la basura, ha abierto un discurso nefasto y difundido sobre una posible adaptación del hombre a un entorno en putrefacción y que permite la continuidad de generación de artificios no biodegradables. Por ello, será necesario remarcar el rechazo a este discurso, que sustentan ciertos teóricos aliados al modelo productivo industrial y pregonar por una vuelta del hombre a la naturaleza, de una adaptación a su naturaleza.
A continuación se planteo cómo el pensamiento neoliberal de estas décadas ha fundamentado una relación entre el Estado racional con la sociedad civil. Una vinculación que permite el ejercicio del poder del gobierno o del Soberano sobre los individuos que constituyen su campo de soberanía, en tanto que sujetos de derecho, pero no así sobre sus relaciones y lazos económicos que mantengan entre sí. Esto augura un espacio que será irreductible al poder, constituido por los lazos de beneficios recíprocos entre los individuos económicos; los homo economicus constituyen la clave de un pensamiento de libremercado en el que las inexpugables leyes economicas-racionales permiten a las tendencias de demanda y oferta determinar la supervivencia de los agentes más aptos, en favor de una eficiencia y eficacia “de conjunto”. De esta manera, el arte liberal de gobernar permite una frugalidad en el ejercicio de poder, pues en aquellos espacios que se constituyen como mercados, la intervención será siempre perjudicial, siempre desviada, por lo que contraproducente al interés egoísta y racional del hombre económico que determinará con mayor exactitud qué es lo que considera ventajoso para él y por lo tanto sería para el conjunto.
Una gubernamentabilidad de este tipo dispondrá que la decisión que se arrogan las esferas burocráticas-administrativas sobre la gestión “sustentable” de los RSU sea cotejada a la libre competencia entre los actores económicos más eficientes del “mercado de la basura”, desentendiéndose de los perjuicios que generaría a aquellos otros sujetos sociales que encuentran en el desperdicio humano una fuente de ingresos: microemprendimientos sociales de reciclado, centros de acopiadores, recicladores informales. Es decir, se les negaría el acceso a su quizás última fuente de ingresos a sectores ampliamente arrasados por el flagelo del desempleo, el hambre y el analfabetismo. ¿Qué ocurriría con estos sectores? ¿Podría ser que, justamente, este arte liberal de gobierno deje morir a estos sujetos sociales colectivos? O, en todo caso, ¿palearía la situación con medidas biopolíticas que se fundamenten en la mera “normalización” de sus contextos, permitiendo la mera reproducción de la vida: subsidios, copas de leche, “tallerización de la pobreza”?
De estas pautas del libre mercado directamente relacionadas a una forma liberal de gobierno, se disparó en mi una segunda alerta ante esta incipiente actividad económica respecto al “mercado de la basura”. Este riesgo se encontraría en la apertura a nuevos nichos de corrupción que se arraigarían en la esfera burocrática-administrativa de la gestión “sustentable” de RSU.
Si bien ha sucedido la apertura democrática en la Argentina y la instauración del Estado de Derecho a partir del año 83, es notorio el mantenimiento de prácticas ajenas al ideario de la forma democrática de gobierno en amplios sectores administrativos, lo cual remarca la quiebra institucional que ha generado la intervención del ejército en el gobierno y su monopolio del poder político y la relación de patronato sobre la sociedad civil. Entonces, el Estado, si bien abierto a la participación y competencia entre partidos políticos desde el ‘83, sólo se ha encontrado expuesto a una “balcanización”. Balcanización en el sentido de fragmentación en “facciones” de intereses ajenas al respeto de los ideales de sujeción a un Estado de Derecho y sí, en cambio, sujetas a vínculos de pertenencia a neo-corporaciones que mantienen un estrecho vínculo entre la esfera burocrática-política y la sociedad civil.
La constitución de círculos corporativos dentro de la esfera burocrática-politica del Estado, determina la posibilidad del ejercicio del interés privado en desmedro del “interés público” siempre legitimado por el grupo de pertenencia que garantiza un “circulo de impunidad”. Este círculo corporativo burocrático-político será el que estará en contacto con la sociedad civil y sus actores económicos, los cuales al constatar la práctica diferente a la legal se movilizarán por su protección ante arbitrariedades que puedan afectar sus negocios. Esta situación puede constituir un caldo de cultivo propicio a la corrupción, donde las empresas que actúan en áreas de monopolio decisorio del Estado pueden llegar echar mano a intercambios económicos con los “políticos de negocios” para resguardar sus segmentos de mercado de interferencia de otras empresas.
Esto, si lo llevamos al nivel de la vinculación entre la esfera burocrática-administrativa que tiene a cargo la decisión monopólica sobre cómo desarrollar una gestión “sustentable” de los RSU en un arte liberal de gobernar, puede implicar la coalición entre sectores económicos monopólicos o carteles de empresas de gestión de residuos con el sector burocrático-político a través de un intercambio de recursos extra-legales apropiados por la corporación burocrática y el servicio de “protección” del mercado apropiado políticamente por las empresas, evitando toda otra injerencia de empresas que compitan en su negocio y las obliguen a reducir precios.
Lic. Darío Blanco Cariaga, 12 de septiembre de 2009.
lunes, 10 de agosto de 2009
Filosofía y Política: esquivos, complementarios o parte de lo mismo?
(Exposición vislumbrada en el cuarto encuentro del Seminario de Filosofía e Historia)
Yo fui contando detalladamente cómo comenzaron en mi las asociaciones mentales pertinentes al problema que se manifiesta en el título: fue una sensación muy gratificante, porque quedó en evidencia qué es realmente filosofar: partir de grandes inquietudes propias y no hacer como des-hace el sistema académico tradicional de los Estados “liberados” al patrón de la creación de las necesidades establecidas que ya nos dan “a priori” aquello que debe ser consumido por la lectura. No, hice todo lo contrario (porque vengo haciendo la mía, vengo cuidándome a mi mismo hace un tiempo interesante ya): esperé hasta tener 27 años –hoy cuento con unos 30- para que apareciera naturalmente en mi, sin forzar nada, la inquietud genuina, insalvable, inesquiva acerca de aquél Principio que me permita algún día, si participo de un proyecto excelente, no caer –como casi todos caen- en la lógica de la corrupción.
En el encuentro de ayer sábado expuse mejor, amparado en una producción textual, parte fundante de mi Teoría de los Modos Del Pensamiento Filosófico, y es una lástima que gran parte de la sociedad civil, a la que me digné en persona a invitar, no haya asistido ni siquiera con un representante (como en el caso de un importante sindicato ligado directamente a la educación: ¿qué pasa “docentes” que no pueden hacer docencia fuera del aula, que no pueden encarnar el conocimiento y su compromiso social intrínseco?) Así estamos… y se ve que en todos los ámbitos es igual. Una lástima, porque uno sigue creciendo y compartiendo este crecimiento con los más cercanos (que a esta altura ya son varios de los que vienen siguiendo responsablemente esta propuesta) mientras que al par uno se va alejando cada vez más de aquéllos que, en un primer momento, ingresaban dentro de una simpatía posible, y comienza a verlos como monstruos alienados sin voluntad (porque la voluntad demanda el impulso de la más preservada integridad, no la exterioridad más radical de la concepción de objeto, de cosa, de sindicato sin diálogo ni movimiento ni circulación interna -¿se ve, se nota cómo uno sin querer se va alejando más?-). La falta de ilusión me obliga a formarme esta opinión.
Bueno, aún restan dos encuentros prefijados más, y no quiero luego tener que atragantarme con mis palabras; así que voy a suspender mi enojo razonable hasta tanto me vuelvan a fallar, me vuelvan a dar su palabra de sinceridad y apoyo y luego… nada… la más absoluta nimiedad identificada con un gesto deshonesto.
Por lo demás, contento estoy de haber compartido el espacio de trabajo con mi amigo Guido Iglesias, el cual, desde su perspectiva de trabajador social, nos brindó la frescura de una experiencia reflexiva mechando teoría con su vivencia profesional, algo que le dio al seminario por primera vez el marco de la interdisciplinariedad y el tratamiento en conjunto de las preguntas y comentarios que, en la hora final, los asistentes se dignaron a formular, y nosotros a pensar y decir.
E. G.
Yo fui contando detalladamente cómo comenzaron en mi las asociaciones mentales pertinentes al problema que se manifiesta en el título: fue una sensación muy gratificante, porque quedó en evidencia qué es realmente filosofar: partir de grandes inquietudes propias y no hacer como des-hace el sistema académico tradicional de los Estados “liberados” al patrón de la creación de las necesidades establecidas que ya nos dan “a priori” aquello que debe ser consumido por la lectura. No, hice todo lo contrario (porque vengo haciendo la mía, vengo cuidándome a mi mismo hace un tiempo interesante ya): esperé hasta tener 27 años –hoy cuento con unos 30- para que apareciera naturalmente en mi, sin forzar nada, la inquietud genuina, insalvable, inesquiva acerca de aquél Principio que me permita algún día, si participo de un proyecto excelente, no caer –como casi todos caen- en la lógica de la corrupción.
En el encuentro de ayer sábado expuse mejor, amparado en una producción textual, parte fundante de mi Teoría de los Modos Del Pensamiento Filosófico, y es una lástima que gran parte de la sociedad civil, a la que me digné en persona a invitar, no haya asistido ni siquiera con un representante (como en el caso de un importante sindicato ligado directamente a la educación: ¿qué pasa “docentes” que no pueden hacer docencia fuera del aula, que no pueden encarnar el conocimiento y su compromiso social intrínseco?) Así estamos… y se ve que en todos los ámbitos es igual. Una lástima, porque uno sigue creciendo y compartiendo este crecimiento con los más cercanos (que a esta altura ya son varios de los que vienen siguiendo responsablemente esta propuesta) mientras que al par uno se va alejando cada vez más de aquéllos que, en un primer momento, ingresaban dentro de una simpatía posible, y comienza a verlos como monstruos alienados sin voluntad (porque la voluntad demanda el impulso de la más preservada integridad, no la exterioridad más radical de la concepción de objeto, de cosa, de sindicato sin diálogo ni movimiento ni circulación interna -¿se ve, se nota cómo uno sin querer se va alejando más?-). La falta de ilusión me obliga a formarme esta opinión.
Bueno, aún restan dos encuentros prefijados más, y no quiero luego tener que atragantarme con mis palabras; así que voy a suspender mi enojo razonable hasta tanto me vuelvan a fallar, me vuelvan a dar su palabra de sinceridad y apoyo y luego… nada… la más absoluta nimiedad identificada con un gesto deshonesto.
Por lo demás, contento estoy de haber compartido el espacio de trabajo con mi amigo Guido Iglesias, el cual, desde su perspectiva de trabajador social, nos brindó la frescura de una experiencia reflexiva mechando teoría con su vivencia profesional, algo que le dio al seminario por primera vez el marco de la interdisciplinariedad y el tratamiento en conjunto de las preguntas y comentarios que, en la hora final, los asistentes se dignaron a formular, y nosotros a pensar y decir.
E. G.
domingo, 9 de agosto de 2009
Filosofía, Historia y Política: Ser, formar parte y tomar posición
(Exposición vislumbrada en el cuarto encuentro - 08 de agosto de 2009)
Luego de recibir la invitación de Erwin Galliussi (coordinador del seminario de filosofía e historia que lleva adelante con un no menor esfuerzo) sentí que debía acercarme a la gente, al público desde conceptos centrales que otorgan sentido a las ciencias sociales; entre ellas el Trabajo Social, disciplina que dentro del campo de poder de las ciencias sociales y del saber en general trata de construir un avisón crítica de la sociedad, de lo que se entiende por Sociedad.
Entonces uno trata de comprender y explicar conceptos centrales como Cultura, poder, “lo neutral valorativo”, conceptos construidos a partir de experiencias personales y colectivas, desde la experiencia y la reflexión.
El desarrollo de las ideas de filósofos, intelectuales, dirigentes y cientistas como Maquiavelo, Marx, Habermas, Castoriadis y Luhmann fueron contrastadas con la realidad inmediata del sufrimiento social que vive nuestra sociedad actual.
Pero más allá de la teoría desarrollada intenté acercarles y con ello aproximarnos a la Reflexión de problemáticas sociales cercanas y “locales” desde una perspectiva filosófica e histórica que considere el dialogo entre épocas.
Las discusiones que se suscitaron luego rondaron dos ejes muy importantes que rigen nuestra sociedad: los factores de uso múltiple como el dinero y el conocimiento. Si se quiere: bienes que pueden acumularse y disponerse por los sujetos para lograr algún tipo de deseo personal o colectivo. Nos dirigimos desde ese punto hacia la crítica de los valores y principios que rigen la cultura, las distinciones morales y las practicas sociales. ¿Se puede hoy generar un mecanismo que garantice la efectividad de un sistema de valores compartido universalmente? ¿Como es posible? ¿Es posible? Los límites de la razón y la reflexión nos hicieron detener en el análisis de una institución fundamental para la generación del conocimiento (allí donde se refugian los intelectuales para poder transformar algo de este mundo): la universidad.
El compromiso político de los intelectuales debe dirigirse a detectar los puntos donde el poder deja aberturas (esa abertura que para los griegos de la Antigüedad era una forma de nombrar al Caos). Sin duda alguna el intelectual no debe limitarse a decir que es lo que se debe hacer sino también a tomar posición en cada manifestación de Orden establecido; hacer cuerpo de aquello que lo sojuzga a él o su prójimo, lo que sometió a sus antepasados como así también lo que puede llegar a oprimir a las futuras generaciones. Hoy nos enfrentamos a grandes y pequeños desafíos, el camino no se termina, se rehace constantemente, los procesos duelen pero también propician el placer y la felicidad. Ha sido un gusto incomparable poder compartir estos momentos y gentes tan hermosas como la ciudad de La Paz.
Guido J. C. Iglesias
Luego de recibir la invitación de Erwin Galliussi (coordinador del seminario de filosofía e historia que lleva adelante con un no menor esfuerzo) sentí que debía acercarme a la gente, al público desde conceptos centrales que otorgan sentido a las ciencias sociales; entre ellas el Trabajo Social, disciplina que dentro del campo de poder de las ciencias sociales y del saber en general trata de construir un avisón crítica de la sociedad, de lo que se entiende por Sociedad.
Entonces uno trata de comprender y explicar conceptos centrales como Cultura, poder, “lo neutral valorativo”, conceptos construidos a partir de experiencias personales y colectivas, desde la experiencia y la reflexión.
El desarrollo de las ideas de filósofos, intelectuales, dirigentes y cientistas como Maquiavelo, Marx, Habermas, Castoriadis y Luhmann fueron contrastadas con la realidad inmediata del sufrimiento social que vive nuestra sociedad actual.
Pero más allá de la teoría desarrollada intenté acercarles y con ello aproximarnos a la Reflexión de problemáticas sociales cercanas y “locales” desde una perspectiva filosófica e histórica que considere el dialogo entre épocas.
Las discusiones que se suscitaron luego rondaron dos ejes muy importantes que rigen nuestra sociedad: los factores de uso múltiple como el dinero y el conocimiento. Si se quiere: bienes que pueden acumularse y disponerse por los sujetos para lograr algún tipo de deseo personal o colectivo. Nos dirigimos desde ese punto hacia la crítica de los valores y principios que rigen la cultura, las distinciones morales y las practicas sociales. ¿Se puede hoy generar un mecanismo que garantice la efectividad de un sistema de valores compartido universalmente? ¿Como es posible? ¿Es posible? Los límites de la razón y la reflexión nos hicieron detener en el análisis de una institución fundamental para la generación del conocimiento (allí donde se refugian los intelectuales para poder transformar algo de este mundo): la universidad.
El compromiso político de los intelectuales debe dirigirse a detectar los puntos donde el poder deja aberturas (esa abertura que para los griegos de la Antigüedad era una forma de nombrar al Caos). Sin duda alguna el intelectual no debe limitarse a decir que es lo que se debe hacer sino también a tomar posición en cada manifestación de Orden establecido; hacer cuerpo de aquello que lo sojuzga a él o su prójimo, lo que sometió a sus antepasados como así también lo que puede llegar a oprimir a las futuras generaciones. Hoy nos enfrentamos a grandes y pequeños desafíos, el camino no se termina, se rehace constantemente, los procesos duelen pero también propician el placer y la felicidad. Ha sido un gusto incomparable poder compartir estos momentos y gentes tan hermosas como la ciudad de La Paz.
Guido J. C. Iglesias
sábado, 8 de agosto de 2009
“Lo hermoso y lo horrible” se conjugan en la Filosofía
El Centro de Estudios Históricos Arturo Jauretche lleva adelante en La Paz un Seminario de Filosofía e Historia coordinado por Erwin Galliussi. “El filosofar es paradójico en sí mismo: se descubre lo más hermoso… pero emana lo más horrible de las aproximaciones a la verdad”, afirma Galliussi en una entrevista que trascribimos a continuación.
¿Cuáles son las principales ideas que sustentan este Seminario?
Bueno, yo creo que en primer lugar la idea subyacente a estos encuentros es la de Dignidad, el eje intrínseco por donde pasan mis ganas de hacer algo, es decir, no simplemente como una noción perteneciente a la ética moderna (o la ética en general), no tratada o trabajada temáticamente, abiertamente, sino supuesta, tenida por supuesta en todas las cosas que digo y que pienso, que trato de decir y de pensar.
Luego, si se me pregunta analíticamente cuáles son las principales ideas-base que yo voy desarrollando, deberé decir que la espiritualidad del hombre y las sociedades prehistóricas han calado hondo en mí, sobre todo porque demuestran que el proceso evolutivo y de maduración intelectual se ha detenido o sofrenado dramáticamente, y que debido a ello se hace indispensable acompañar al impresionante avance de la ciencia y la técnica con el redescubrimiento de las nociones y especulaciones primigenias, ya que, según entiendo, ambas se complementan. Y el ejemplo básico lo hallamos en la inconsciencia ambiental y humana que se produjo (y se sigue produciendo) con la aparición de lo industriable; ¡claro!, decimos “revolución” industrial o científica, sin considerar que la misma debería haber sido parte de un proceso genealógico, de un desenvolvimiento progresivo de la unidad de la consciencia. Lo que no sucedió pero a lo que estamos llamados a reintegrar o recomponer.
¿Con qué panorama se encuentra el participante de este ciclo?
No podría responderte a eso si yo creyera que son simples espectadores, o jueces, pero como muy bien decís la idea es que todos los asistentes, dentro de ciertos cánones y pautas establecidas, aprenden a participar, esto es, aprendan a pensar, puedan pensar, es decir, puedan, según su voluntad, romper ciertos esquemas mentales que nos sujetan a una misma o única “realidad” que, al par, parece que siempre se nos escapa. Pero, respondiendo específicamente, el panorama es desolador: la explicación está dada en lo que dije antes: el deseo de dignificar el conocimiento de lo acontecido provoca que se vean y muestren ciertas cosas que no estábamos habituados a considerar. El filosofar es paradójico en sí mismo: se descubre lo más hermoso… pero emana lo más horrible de las aproximaciones a la verdad.
¿Por qué alguien tendría que participar de este curso de Filosofía?
Porque contribuye a formarnos como ciudadanos con derechos universales. Si no existieran estas propuestas no me cabe la más mínima duda que dentro de un par de años, ante la debilidad y malformación del sistema educativo oficial, la indigencia cultural sería tan pero tan grande que hasta la noción de individuo (y no ya la de ciudadano) perdería peso y legitimidad social hasta mutar hacia un neoesclavismo existencialista carente de perspectiva hogareña, no ya comunitaria ni local ni nacional ni universal, ¿se entiende?
¿Qué me podés decir del libro “La desaparición de los Dioses”, de Sergio Bergallo, que se presentará en el mes de octubre en La Paz?
Es un libro sorprendente, sorprendente no tanto por su contenido filosófico en sí (como sí lo ha sido su “Fragmentos De Ciencia Mágica”) sino por su contenido histórico: de verdad sorprenden todos los edictos y todas las formas mentales del aparato de desmonte y aniquilación de la espiritualidad politeísta. Creo que hay que leerlo como crítica a todas las formas del fascismo en general, y no tanto enroscarse en los crímenes y castigos de la autoridad eclesiástica, ya que el tiempo ha pasado y la convulsión y la vergüenza han hecho mella hacia el interior del pontificado cuando las sucesivas generaciones fueron enterándose de esto que ahora, gracias a un ciudadano común, amigo de la historia y del pensamiento, está saliendo a la luz para todos. ¡Y es que todos tenemos derecho a enterarnos y saber!, porque todos votamos, y por ende todos torcemos el rumbo, y también todos vamos siendo cada vez más responsables de lo que nos sale mal.
Espero que no seamos infames y comprendamos esto.
Ver nota en la prensa
¿Cuáles son las principales ideas que sustentan este Seminario?
Bueno, yo creo que en primer lugar la idea subyacente a estos encuentros es la de Dignidad, el eje intrínseco por donde pasan mis ganas de hacer algo, es decir, no simplemente como una noción perteneciente a la ética moderna (o la ética en general), no tratada o trabajada temáticamente, abiertamente, sino supuesta, tenida por supuesta en todas las cosas que digo y que pienso, que trato de decir y de pensar.
Luego, si se me pregunta analíticamente cuáles son las principales ideas-base que yo voy desarrollando, deberé decir que la espiritualidad del hombre y las sociedades prehistóricas han calado hondo en mí, sobre todo porque demuestran que el proceso evolutivo y de maduración intelectual se ha detenido o sofrenado dramáticamente, y que debido a ello se hace indispensable acompañar al impresionante avance de la ciencia y la técnica con el redescubrimiento de las nociones y especulaciones primigenias, ya que, según entiendo, ambas se complementan. Y el ejemplo básico lo hallamos en la inconsciencia ambiental y humana que se produjo (y se sigue produciendo) con la aparición de lo industriable; ¡claro!, decimos “revolución” industrial o científica, sin considerar que la misma debería haber sido parte de un proceso genealógico, de un desenvolvimiento progresivo de la unidad de la consciencia. Lo que no sucedió pero a lo que estamos llamados a reintegrar o recomponer.
¿Con qué panorama se encuentra el participante de este ciclo?
No podría responderte a eso si yo creyera que son simples espectadores, o jueces, pero como muy bien decís la idea es que todos los asistentes, dentro de ciertos cánones y pautas establecidas, aprenden a participar, esto es, aprendan a pensar, puedan pensar, es decir, puedan, según su voluntad, romper ciertos esquemas mentales que nos sujetan a una misma o única “realidad” que, al par, parece que siempre se nos escapa. Pero, respondiendo específicamente, el panorama es desolador: la explicación está dada en lo que dije antes: el deseo de dignificar el conocimiento de lo acontecido provoca que se vean y muestren ciertas cosas que no estábamos habituados a considerar. El filosofar es paradójico en sí mismo: se descubre lo más hermoso… pero emana lo más horrible de las aproximaciones a la verdad.
¿Por qué alguien tendría que participar de este curso de Filosofía?
Porque contribuye a formarnos como ciudadanos con derechos universales. Si no existieran estas propuestas no me cabe la más mínima duda que dentro de un par de años, ante la debilidad y malformación del sistema educativo oficial, la indigencia cultural sería tan pero tan grande que hasta la noción de individuo (y no ya la de ciudadano) perdería peso y legitimidad social hasta mutar hacia un neoesclavismo existencialista carente de perspectiva hogareña, no ya comunitaria ni local ni nacional ni universal, ¿se entiende?
¿Qué me podés decir del libro “La desaparición de los Dioses”, de Sergio Bergallo, que se presentará en el mes de octubre en La Paz?
Es un libro sorprendente, sorprendente no tanto por su contenido filosófico en sí (como sí lo ha sido su “Fragmentos De Ciencia Mágica”) sino por su contenido histórico: de verdad sorprenden todos los edictos y todas las formas mentales del aparato de desmonte y aniquilación de la espiritualidad politeísta. Creo que hay que leerlo como crítica a todas las formas del fascismo en general, y no tanto enroscarse en los crímenes y castigos de la autoridad eclesiástica, ya que el tiempo ha pasado y la convulsión y la vergüenza han hecho mella hacia el interior del pontificado cuando las sucesivas generaciones fueron enterándose de esto que ahora, gracias a un ciudadano común, amigo de la historia y del pensamiento, está saliendo a la luz para todos. ¡Y es que todos tenemos derecho a enterarnos y saber!, porque todos votamos, y por ende todos torcemos el rumbo, y también todos vamos siendo cada vez más responsables de lo que nos sale mal.
Espero que no seamos infames y comprendamos esto.
Ver nota en la prensa
viernes, 7 de agosto de 2009
4º encuentro del Seminario de Filosofia e Historia - audio
Parte 6
Parte 5
Parte 4
Parte 3
Parte 2
Parte 1
sábado, 20 de junio de 2009
Seminario de Filosofía e Historia - 3º encuentro
El Entendimiento de la política a la luz de los Modos Del Pensamiento Filosófico (fragmento)
Si se es político, a los Modos del Pensamiento seguramente le llamarás Modos del Entendimiento, ¿por qué? porque el logro político es el entendimiento, El Gran Entendimiento entre las partes; luego El Inmenso Entendimiento entre todos; luego El Modo del (Todo) Entendimiento, así como para el filósofo puro El Logro filosófico es el pensamiento. ¿Se entiende?
Por lo tanto si se es político a lo que nosotros llamamos "instancia psíquica" se le puede tranquilamente denominar "ciclo", algo así como una instancia pensativa. A nuestra instancia pensadora o "fase del entendimiento" seguramente le llamarás lo que nosotros "modo del entendimiento" subsumido a un verdadero "ciclo de la razón" filosófica. Nuestras "fases del entendimiento" se les aparecerán entonces como el "modo" previo que antecede al Diálogo Político.
Si el fin (pero no ese fin que, por un error de la razón "es" finalidad última ni última razón ni meta que acaba al llegar... Digo "fin" cuando digo esencia-que-se-pierde-si-no-se-llega-hasta-la-meta-de-la-esencia, que es recarga, regeneración de lo esencial) de la política -a la que me niego se la identifique, siempre de prepo, con la "acción", con una acción que, debido al influjo norteamericano en la cultura se parece, se tiene que necesariamente parecer a una película (a una película de acción mucho antes que al arte de la libre composición vital), con el consiguiente aditamento de "suspenso", que no es más que una y otra vez suspensión de básicas necesidades, violencia, la que traduce en la corrupta violentación de la ley, de las Leyes Básicas, y muertes por doquier, que es igual a todas las muertes por doquier que establece cada negligencia- decía, el fin de la política , como científica actividad que es, por ende como filosófica actitud que supone, es lograr el entendimiento de la época: por lo que jamás puede tener por lo más ambicioso a los "Modos del Pensamiento", ya que éstos suponen, éstos son para el entendimiento-entre-época o entre las épocas periodos y etapas... por lo que el entendimiento resulta ser en los filósofos una "fase", cual "fases del entendimiento" como sucesión intelecto-evolutiva de las épocas, a los que les asignan grandes períodos a los que llaman, a los que llamo "ciclos de la razón" de un modo de pensamiento (ésto significa que la historia y los sucesos no son leídos cronológicamente, sino de acuerdo a procesos intelectuales distribuidos al azar a la largo y a lo ancho de lo que el ser de lo humano ha elaborado, los que luego son colados ordenadamente según el criterio de la nueva orentatio que supone la filosofía)
¿Pero dónde se mete, la actividad política, a los ciclos de la razón (pregunta tendenciosa si la hay) si éstos no representan en sus psiquis a aquello que comprende, como fuerza comprensora , al entendimiento, ubicado según el fin de esta actividad en la cima de las aspiraciones del sistema nervioso? Bueno, es muy sencillo de responder: así como parala Alta Política el pensamiento representa al fluido psíquico que sirve para disolver todas las contrariedades a las que naturalmente nos somete el medio, el ambiente, el clima cultural, etc, la razón es tenida por "fase" y las instancias, por "ciclos". En ésto al menos yo puedo observar la razón del vértigo, del por qué tanto vértigo a la hora de saltar por la defensa de los intereses nacionales un Embajador ante las Naciones Unidas, la razón del no necesario detenerse sentimental en muchísimas de las ideas que nos dejan inmóviles: he comprendido la razón por la que toda alta actividad política pura puede o cree poder "resolver" de un santiamén, de una instancia, lo que para la filosofía es motivo de Gran Problema: cuando el más íntimo ser determinó una actividad, al realizarla con todo el ser lo liberó (mi caso). Ahora es libre de elegir toda actividad, la que sabe, le condicionará.
Llegado el caso de una filosofía que pase a la política, ¿fingirá, tendrá que fingir interés por el entendimiento entre las partes como fin, tendrá que fingir el otrora filósofo trastocado en político el hecho de no darle lo mismo el que lo entiendan o no le entiendan? No (sin es que estamos hablando de lo mismo, de la psiquis, de un mecanismo psíquico transmutado en polìtico). Si, en cambio, hay vil fingimiento cuando no la psiquis y si el sujeto es quien cambia de actividad (a la que le da el horrible rango de vil quehacer).
A
Si se es político, a los Modos del Pensamiento seguramente le llamarás Modos del Entendimiento, ¿por qué? porque el logro político es el entendimiento, El Gran Entendimiento entre las partes; luego El Inmenso Entendimiento entre todos; luego El Modo del (Todo) Entendimiento, así como para el filósofo puro El Logro filosófico es el pensamiento. ¿Se entiende?
Por lo tanto si se es político a lo que nosotros llamamos "instancia psíquica" se le puede tranquilamente denominar "ciclo", algo así como una instancia pensativa. A nuestra instancia pensadora o "fase del entendimiento" seguramente le llamarás lo que nosotros "modo del entendimiento" subsumido a un verdadero "ciclo de la razón" filosófica. Nuestras "fases del entendimiento" se les aparecerán entonces como el "modo" previo que antecede al Diálogo Político.
B
Si el fin (pero no ese fin que, por un error de la razón "es" finalidad última ni última razón ni meta que acaba al llegar... Digo "fin" cuando digo esencia-que-se-pierde-si-no-se-llega-hasta-la-meta-de-la-esencia, que es recarga, regeneración de lo esencial) de la política -a la que me niego se la identifique, siempre de prepo, con la "acción", con una acción que, debido al influjo norteamericano en la cultura se parece, se tiene que necesariamente parecer a una película (a una película de acción mucho antes que al arte de la libre composición vital), con el consiguiente aditamento de "suspenso", que no es más que una y otra vez suspensión de básicas necesidades, violencia, la que traduce en la corrupta violentación de la ley, de las Leyes Básicas, y muertes por doquier, que es igual a todas las muertes por doquier que establece cada negligencia- decía, el fin de la política , como científica actividad que es, por ende como filosófica actitud que supone, es lograr el entendimiento de la época: por lo que jamás puede tener por lo más ambicioso a los "Modos del Pensamiento", ya que éstos suponen, éstos son para el entendimiento-entre-época o entre las épocas periodos y etapas... por lo que el entendimiento resulta ser en los filósofos una "fase", cual "fases del entendimiento" como sucesión intelecto-evolutiva de las épocas, a los que les asignan grandes períodos a los que llaman, a los que llamo "ciclos de la razón" de un modo de pensamiento (ésto significa que la historia y los sucesos no son leídos cronológicamente, sino de acuerdo a procesos intelectuales distribuidos al azar a la largo y a lo ancho de lo que el ser de lo humano ha elaborado, los que luego son colados ordenadamente según el criterio de la nueva orentatio que supone la filosofía)
¿Pero dónde se mete, la actividad política, a los ciclos de la razón (pregunta tendenciosa si la hay) si éstos no representan en sus psiquis a aquello que comprende, como fuerza comprensora , al entendimiento, ubicado según el fin de esta actividad en la cima de las aspiraciones del sistema nervioso? Bueno, es muy sencillo de responder: así como para
C
Llegado el caso de una filosofía que pase a la política, ¿fingirá, tendrá que fingir interés por el entendimiento entre las partes como fin, tendrá que fingir el otrora filósofo trastocado en político el hecho de no darle lo mismo el que lo entiendan o no le entiendan? No (sin es que estamos hablando de lo mismo, de la psiquis, de un mecanismo psíquico transmutado en polìtico). Si, en cambio, hay vil fingimiento cuando no la psiquis y si el sujeto es quien cambia de actividad (a la que le da el horrible rango de vil quehacer).
(Texto íntegro en el primer libro de la Cofradía del M. A. R. a presentarse próximamente en la ciudad de La Paz )
viernes, 19 de junio de 2009
3º encuentro Seminario Filosofia e Historia - Audio
Parte 9
Parte 8
Parte 7
Parte 6
Parte 5
Parte 4
Parte 3
Parte 2
Parte 1
domingo, 17 de mayo de 2009
Seminario - Análisis Lógico Formal del 2º encuentro
Esta vez decidí con sólida prestancia dividir en dos, netamente bien diferenciados, el contenido y el modo en que se forjan ésta clase de disertaciones creativas, debido a que es la creatividad del modo de pensar la máxima expresión de un espíritu libre que ansía dimensionar su potencial, en busca del viento y la transparencia.
Hacia el 8.000 retroceden los glaciares al norte de Los Alpes, reaparecen los bosques, y en ellos reaparecen los renos más fortificados, aparecen como manadas.
El cazador compite con ellos en cuanto a la apropiación del espacio vital, se niegan una y otra vez, de generación en generación, asegurando la traba mental a consciencia, a instalarse a orillas de los ríos y lagos o junto al litoral para vivir sólo de la pesca y el sembrado pseudo-recolectivo. ¿Por qué se niegan, por què no llegar a ser sedentarios? (inmóviles, anti-traslatorios, anti-rotatorios) Porque muy bien suponen que su muy elaborado paradigma, al que denominan Señor De Los Animales, los conceptualizaría, los vería como sucedáneos de fáciles presas, algo que le fastidia, porque se pierde la posibilidad de una organización que gire en torno al Principio de la solidaridad, Solidaridad Mística protectora-preservadora de la increíble diversidad en todas sus formas.
¿En base a qué se organizaría (lejana sospecha la de la ordenación) el montón apiñado en un mismo tierra (un mismo conclave o territorio va a ser aquél que se tendrá por sagrado, más adelante)? ¿No iría, no tendría que forzosamente aparecer por transmutación aquél (aquélla circunscripción, aquélla definición) que dijese ser el Señor De Los Animales él mismo en persona y figura humana cual teriomorfización y hasta antropomorfizacón de las fuerzas constitutivas primordiales? ¿No debería resquebrajarse la materia energética para dar lugar al híbrido de poder y tiranía?¿No se forjaría, mucho antes que la piedra y los metales, un sistema de castas tal cual lo padecemos hoy filtrado a través de todos los ámbitos que requieren de compleja comunicabilidad y discreción cultural? ¿Sabrían distinguirse de llegar a ser presas de sí mismos?
Y, con respecto a la Solidaridad Mística, los menos avasallados por temeridad, ¿sabrían hacer de ella algo más que un simple solidarismo asistencialista cargado de veneno en el extremo de las flechas acuciantes (ya que no se refiere al todo, sino a la totalidad de la especie particular –primer prejuicio a favor de la raza sin cruza- lo que, en gran medida, niega la bendición incondicional de la biodiversidad, la riqueza y abundancia plena de los sucesos de orden cósmico -¿qué importa la historia en relación a los sucesos de orden cósmico?, o mejor ¿qué importa la historia desligados de ellos?
Por lo tanto ya nosotros nos preguntábamos, ya desde aquél remotísimo primer encuentro hace un mes atrás qué se desencadenaría ante la multiplicación de presas pequeñas, cómo iría de dividirse el alimento de no llegar a saciar a todos… nos preguntamos qué sucedería ante la ausencia de prosperidad de grandes, fornidos y difíciles animales en estado de naturaleza (que contrastan con los entristecidos en reservas).
Por habernos centrado en renos y cervatillos, por no continuar con todo desplazamiento cíclico y aferrarse a la primera opción que salió al paso (acampar para pescar y cazar criaturitas sensibles como gatitos, perritos y conejitos, cuando no “criarlos”, conservarlos en encierro privados de experiencia de vida, de existencia sobre la faz …) Una crueldad inaudita emergió de la selva bajo el vestido del bien, y la evolución.
Preservar la necesidad de sobrante nutricional para todos también implicó al par el hecho de que más cofrades de la aventura perecieran en el camino sinuoso de la caza justificada, a modo de intercambio. Pero nadie podría dudar que ello implicó, a su vez, una organización comunitaria, sana, regeneradora, por permanecer el conjunto dotados de las mismas circunstancias, o famélicos, o bien alimentados y fuertes, capaces de dar discusión a las estrategias de supervivencia.
Como en auténticas comunidades “en peligro” nómade, la persuasión política radicaba en la idea de ir sorteando, superando hacia el interior de sí misma el miedo y el temor de una vida al natural, lo que significa poder alcanzar la sabiduría.
La templanza del carácter, esto es la imposibilidad de que surja una bestia humana, un cazador depravado, un miserable, un ruin y déspota asqueroso, es lo que inmuniza de criminalidad y desafuero. De aquí que a los descendientes de dicho carácter, a los filósofos, les valga la pena, como prioridad, el hacerse, el rehacerse de un criterio de selección que restituya la justicia , que reestablezca y asegure el pacto vital con el equilibrio geológico.
La segunda parte la consagramos a una crítica de la posibilidad de filosofía cristiana, quedando a solas en el recinto vacío, lloré mi última debilidad.
Erwin Galliussi
Hacia el 8.000 retroceden los glaciares al norte de Los Alpes, reaparecen los bosques, y en ellos reaparecen los renos más fortificados, aparecen como manadas.
El cazador compite con ellos en cuanto a la apropiación del espacio vital, se niegan una y otra vez, de generación en generación, asegurando la traba mental a consciencia, a instalarse a orillas de los ríos y lagos o junto al litoral para vivir sólo de la pesca y el sembrado pseudo-recolectivo. ¿Por qué se niegan, por què no llegar a ser sedentarios? (inmóviles, anti-traslatorios, anti-rotatorios) Porque muy bien suponen que su muy elaborado paradigma, al que denominan Señor De Los Animales, los conceptualizaría, los vería como sucedáneos de fáciles presas, algo que le fastidia, porque se pierde la posibilidad de una organización que gire en torno al Principio de la solidaridad, Solidaridad Mística protectora-preservadora de la increíble diversidad en todas sus formas.
¿En base a qué se organizaría (lejana sospecha la de la ordenación) el montón apiñado en un mismo tierra (un mismo conclave o territorio va a ser aquél que se tendrá por sagrado, más adelante)? ¿No iría, no tendría que forzosamente aparecer por transmutación aquél (aquélla circunscripción, aquélla definición) que dijese ser el Señor De Los Animales él mismo en persona y figura humana cual teriomorfización y hasta antropomorfizacón de las fuerzas constitutivas primordiales? ¿No debería resquebrajarse la materia energética para dar lugar al híbrido de poder y tiranía?¿No se forjaría, mucho antes que la piedra y los metales, un sistema de castas tal cual lo padecemos hoy filtrado a través de todos los ámbitos que requieren de compleja comunicabilidad y discreción cultural? ¿Sabrían distinguirse de llegar a ser presas de sí mismos?
Y, con respecto a la Solidaridad Mística, los menos avasallados por temeridad, ¿sabrían hacer de ella algo más que un simple solidarismo asistencialista cargado de veneno en el extremo de las flechas acuciantes (ya que no se refiere al todo, sino a la totalidad de la especie particular –primer prejuicio a favor de la raza sin cruza- lo que, en gran medida, niega la bendición incondicional de la biodiversidad, la riqueza y abundancia plena de los sucesos de orden cósmico -¿qué importa la historia en relación a los sucesos de orden cósmico?, o mejor ¿qué importa la historia desligados de ellos?
Por lo tanto ya nosotros nos preguntábamos, ya desde aquél remotísimo primer encuentro hace un mes atrás qué se desencadenaría ante la multiplicación de presas pequeñas, cómo iría de dividirse el alimento de no llegar a saciar a todos… nos preguntamos qué sucedería ante la ausencia de prosperidad de grandes, fornidos y difíciles animales en estado de naturaleza (que contrastan con los entristecidos en reservas).
Por habernos centrado en renos y cervatillos, por no continuar con todo desplazamiento cíclico y aferrarse a la primera opción que salió al paso (acampar para pescar y cazar criaturitas sensibles como gatitos, perritos y conejitos, cuando no “criarlos”, conservarlos en encierro privados de experiencia de vida, de existencia sobre la faz …) Una crueldad inaudita emergió de la selva bajo el vestido del bien, y la evolución.
Preservar la necesidad de sobrante nutricional para todos también implicó al par el hecho de que más cofrades de la aventura perecieran en el camino sinuoso de la caza justificada, a modo de intercambio. Pero nadie podría dudar que ello implicó, a su vez, una organización comunitaria, sana, regeneradora, por permanecer el conjunto dotados de las mismas circunstancias, o famélicos, o bien alimentados y fuertes, capaces de dar discusión a las estrategias de supervivencia.
Como en auténticas comunidades “en peligro” nómade, la persuasión política radicaba en la idea de ir sorteando, superando hacia el interior de sí misma el miedo y el temor de una vida al natural, lo que significa poder alcanzar la sabiduría.
La templanza del carácter, esto es la imposibilidad de que surja una bestia humana, un cazador depravado, un miserable, un ruin y déspota asqueroso, es lo que inmuniza de criminalidad y desafuero. De aquí que a los descendientes de dicho carácter, a los filósofos, les valga la pena, como prioridad, el hacerse, el rehacerse de un criterio de selección que restituya la justicia , que reestablezca y asegure el pacto vital con el equilibrio geológico.
La segunda parte la consagramos a una crítica de la posibilidad de filosofía cristiana, quedando a solas en el recinto vacío, lloré mi última debilidad.
Erwin Galliussi
En La Paz, a 17 días del mes de mayo de 2009.
lunes, 20 de abril de 2009
Reflexiones en torno al 1º Encuentro Seminario “De Friedrich Nietzsche a Mircea Eliade”
Luego de haberse leído una breve crítica de la antropología ética, no me quedó más remedio que hacer un lastimoso hincapié en las verdaderas condiciones de posibilidad de un verdadero encuentro de filosofía de regeneración. En él me explayé sobre la incomodidad con la que se nos acostumbra a asistir a los ámbitos de estudio y formación: en ello descubrimos un motivo ideológico, una falsedad inherente a nuestra época: acaso la ausencia del entendimiento que percibe al ser humano como una materia plástica, mas sensible y mas frágil de lo que todos creemos.
También se denunció la flaqueza de nuestra espiritualidad en la falta de proteínas y minerales con la que nos acostumbramos a desenvolvernos en un medio, por lo demás tan superficial como pueril que no merecería la pena seguir viviendo en él.
A continuación presentamos el fragmento Nº 969 de Federico Nietzsche en su obra La Voluntad de Poder: hicimos una apología de la multiplicidad y la vaguedad como condición preliminar para todo espíritu que desee intensamente penetrar en los misterios filosóficos primordiales. La multitud, extasiada ante tanta contundencia y tantas nuevas cosas para ella no tardó en reaccionar como es debido: se avergonzaron de sí mismos, pero en un arrebato de honestidad continuaron adelante, como seres inteligentes y bien dotados que son.
En búsqueda de los orígenes espirituales de nuestro arte nos sumergimos entre el paleolítico para hallar y decir desde allí algunas tesis y proposiciones aventurosas y extrañas a la masa académica tradicional que, por hacer demasiada especialización en una misma y en una única dirección culmina alienada y por consiguiente alienando a todos sus escuchas. Por ello mismo nos referimos a lo que significa nuestra vuelta más sutil y refinada a la “orientatio” original, eje fundante de centros del mundo, eje fundante de aperturas mentales y devoción por lo infinito.
Dije: la primer filosofía se concibe como un acto de solidaridad mística, extrapolando lo sucedido entre el cazador y su presa al asumir el parentezco, la pertenencia irreductiblemente mutua entre el hombre y el animal.
A renglón seguido nos hicimos el siguiente interrogante: ¿cómo puede ser posible que la fiera salvaje contenga más humanidad en su alma que el mismísimo hombre, cómo puede ser posible qué el sacrificio de la presa intercediera ante los dioses?
A partir de entonces intentamos acercarnos a una comprensión de la estructuración del poder en las comunidades y grupos nómades: cuando no éramos productores de alimentos evidentemente para dar de comer a muchos se deseaban presas de gran tamaño y magnitud, pero esto nos lleva a la posibilidad de que disminuzca el número de hombres y a su vez aumenta el miedo y el terror entre todos. No obstante esta encrucijada posibilita que entre las comunidades no sea posible la aparición de la bestia humana que tiraniza que, cuando es enemiga, es más peligrosa que un oso o un tigre dientes de sable o cualquier otro animal o espíritu. Ved aquí estos huesos, pregúntate ahora quien es el bueno y quien es el malo.
Tesis: El lógico moderno, el contemporáneo, sentiría muy parecido al hombre primitivo solo de mediar unos pocos miles de habitantes en el mundo. La validez de la doctrina científica no le proporcionaría al hombre el despojo de sus estructuras mitológicas de mediar en el mundo unos pocos miles de habitantes.
Se formularon asimismo tres o cuatro tesis propias más. La podrán conocer si adquieren el futuro libro que será el extracto de todos estos seis encuentros.
Hasta la próxima.
Erwin Galliussi.
En La Paz, a 19 días del mes de abril de 2009.
domingo, 4 de enero de 2009
Filosofía e Historia
Curso virtual de 6 meses - Comienza el 19 de abril de 2009
Bibliografía:
Mircea Eliade, Lo sagrado y lo profano.
Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie (Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen).
Friedrich Nietzsche, Voluntad de poder y eterno retorno.
Sergio Bergallo, Historias y creencias: desde los primeros signos hasta nuestros días, editorial La Zona, Santa Fe, 2004.
Sergio Bergallo, La desaparición de los dioses. Consecuencias de la alianza del Imperio Romano con el Cristianismo triunfante, editorial Arriba la luna, Paraná, 2008.
Coordinador: Erwin Galliussi
Con recomendaciones del filósofo Sergio Bergallo y el Lic. Darío Blanco.
Bibliografía:
Mircea Eliade, Lo sagrado y lo profano.
Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie (Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen).
Friedrich Nietzsche, Voluntad de poder y eterno retorno.
Sergio Bergallo, Historias y creencias: desde los primeros signos hasta nuestros días, editorial La Zona, Santa Fe, 2004.
Sergio Bergallo, La desaparición de los dioses. Consecuencias de la alianza del Imperio Romano con el Cristianismo triunfante, editorial Arriba la luna, Paraná, 2008.
Coordinador: Erwin Galliussi
Con recomendaciones del filósofo Sergio Bergallo y el Lic. Darío Blanco.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)